sábado, 11 de diciembre de 2010

LA PARADOJA INCONCLUSA

 

 

Autor: Rogelio Chart


Por razones de identidad, los escritos de Rogelio Chart que hasta hace algunos años no habian salido a la luz pública, pues se encontraron por casualidad y han tenido un impacto evidente garcias a su posible similitud con un texto publicado por Leon de Greif y otro de Jorge Luis Borges , en relación con algunos manuscritos dirigidos a su eterna amada Beatriz, es imposible hasta el momento sepamos a ciencia cierta quién es el creador de estas maravillosas letras. Lo único que podemos asegurar es que la fuente de inspiración nos remite a la figura de una mujer excepcional, a quien Rogelio debió amar profunda y tormentosamente pues al dedicarle sus manuscritos nos ha dejado una doble inquietud; por un lado saber si son tan magnificas su creaciones literarias y por otro constatar si estas pudieron ser en verdad la causa de hacer cometer plagio en los dos grandes autores anteriormente mencionados, de quienes en verdad se conoce su recorrido en la literatura.

miércoles, 24 de noviembre de 2010




Por: Carlos Andrés Torres Díaz

Había una vez una novela que quería comenzar con la frase: “ÉRASE UNA VEZ…”
Los cuentos que tenía a su alrededor querían persuadirla de que no hiciera eso, que no estaba bien y le presentaron propuestas de comienzos como: “El atardecer despuntaba entre claro y claro del bosque” o “Era una mañana soleada de octubre” pero la novela quería comenzar con “ÉRASE UNA VEZ…” y no había manera de hacerla cambiar de opinión.
“Nos ha salido cabezona la novela esta” se decían los cuentos. Al final le dijeron que allá ella, que si lo hacía así dejaría de ser una novela y se convertiría como ellos, en un cuento. La pega estaba en que los cuentos ya eran demasiados como para admitir a uno más, ¡ya no cabía ni uno más en los libros! Además, la novela se había propuesto hacer una presentación corta, de un folio. Los cuentos estaban indignados.
Además de querer comenzar con “ÉRASE UNA VEZ…” quería ser tan corto como un cuento.
Entonces a uno de los cuentos se le ocurrió una idea. Le dijo: “Haz lo que quieras pero para nosotros serás una micronovela así que ya puedes darte el comienzo que te dé la gana”. Y después de decirle eso se retiró discretamente de su lado.
La novela, al ver que ya no iba a tener más oposición y que nadie iba a discutir más con ella desistió de su ridícula idea y comenzó como debía comenzar cualquier novela con idea de hacerse larga como un día gélido y tristón y, precisamente eso le dio la idea para su inicio: “Era un día triste y gélido…, en fin, que se desarrolló hasta convertirse en una magistral novela de suspenso y recibió numerosos premios y galardones.
Los cuentos lo celebraron por todo lo alto y le ofrecieron más ideas para futuros proyectos. La novela se hizo muy amiga de ellos y todos tuvieron su sitio en el estante de los libros… mejor dicho, un sitio preferente en el estante de libros escogidos de la sala de un célebre escritor.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EN BUSCA DE LA LITERATURA REGIONAL


Toda la literatura que leí hasta los diecinueve años para mí era una sola. No veía diferencia entre El amor en los tiempos del cólera y Chac Mool de Carlos Fuentes. Solo hasta que tuve acceso al discurso de lo regional descubrí que en efecto la literatura es universal pero que dentro de ella existen particularidades que dejan al descubierto la heterogeneidad y fragmentariedad a partir de la cual esta (literatura universal) se constituye. Por lo anterior, antes de asumir la existencia de la literatura regional refutaré algunos prejuicios en torno a su existencia para evitar al máximo malentendidos.

El canon literario europeo predominó en Latinoamérica durante muchos años. Las valoraciones que se hicieron sobre la literatura en Latinoamérica se basaban en los criterios predominantes en la metrópolis. Para el profesor Leonardo Monroy estos criterios son “inflexibles y, consecuentemente, punitivos: sirven para descalificar obras sobre la base de una fuerte consideración estética con raíces modernas”[1] esta parcialidad crítica es la que permite legitimar el discurso que preconiza la literatura regional pero sólo a partir de la re-configuración de los criterios de análisis que se han venido utilizando a lo largo de la historia de nuestra literatura.    (Tesis).

Por lo anterior, es necesario advertir la existencia de unos conceptos viciados por el etnocentrismo euro-norteamericano para posteriormente desplazarlos por acción de nuestros propios razonamientos.

Tesis como la que dice que la literatura no tiene ni tiempo ni espacio determinado es usada para negar que una región pueda producir una literatura que la prevista por unas identidades propias. Desmintiendo esa postura el profesor libardo V. afirma que la literatura regional es “aquella escrita por autores no nacidos en los centros de poder económico y cultural, identificados por el lugar de nacimiento y el contexto social de sus primeros años”[2] es decir, el lugar y el momento en el que surge esa manifestación literaria es fundamental en la constitución de unos imaginarios que alimentan la idiosincrasia de cualquier región.

Otra tesis desfavorable acepta el concepto de literatura regional pero lo delimita de manera imprecisa. Se cree que el hecho de usar una lengua común nos hace formar parte de una región hispanoamericana. Pero esta tesis desconoce que Latinoamérica es una unidad construida a partir de la diferencia.

La variedad racial, geográfica, medio ambiental en nuestros países generó fenómenos desconocidos por los europeos, estos fenómenos son la base de la pluralidad imperante en nuestros territorios.

El profesor Leonardo Monroy Z. lo expresa así: con la llamada fractura de los grandes relatos de la modernidad, y los impulsos de los estudios culturales y poscoloniales, parte de la academia norteamericana y latinoamericana considera que  (…) en ciertas regiones (…) la sustancia institucional y cultural latinoamericana sí se ha visto afectada por las poblaciones negras e indígenas, hoy fuertemente estudiadas[3] por lo tanto no es lo mismo lo que expresa un escritor nacido en Uruguay que lo que expresa un escritor nacido en Bolivia, cada región (país)  dentro de Latinoamérica tiene sus particularidades.

Además de las anteriores dificultades hay quienes creen que hablar de literatura regional es hablar de las variaciones lingüísticas de un lugar o el reflejar de una forma costumbrista el devenir de unos personajes estereotipados y locales, cuando realmente esas características forman parte de la literatura regionalista no de la regional.

La literatura regional tiene unas características mas universales, en este sentido Libardo Vargas afirma que debemos leer a la literatura regional como” el enunciado de una serie compleja de relaciones que dan cuenta, no solo desde lo histórico y social, sino también desde lo cultural, antropológico, geográfico y psicológico de las formas en que determinados autores han construido sus mundos simbólicos”[4]

Evitando caer en alguno de los anteriores prejuicios podremos enriquecer la identidad de nuestra región tolimense haciendo énfasis en la creación de puntos de contacto simbólicos entre las diferentes manifestaciones raciales que cohabitan en el departamento.

El estudio de la literatura regional se hace necesario en esta época de globalización en la que estamos obligados a recrear o mantener vivas muchas de las características que nos permiten reconocernos como sociedad: sin complejos de inferioridad, sin comportamientos heterónomos producidos por la ausencia de identidad y la desterritorialización de los pueblos.

Esas singularidades sociales le dan vía libre al estudio de lo regional en la literatura dados los vacíos que aún persisten en nuestra idiosincrasia tolimense.  El profesor Leonardo es claro cuando afirma que“he percibido que dentro de las regiones existen muchos temas de indagación aun sin profundizar, y que podrían aportar no solo a las reflexiones internas sino también al conocimiento de la nación plural”[5]

En conclusión, depende de cada uno de nosotros, los docentes tolimenses, la construcción de región a partir del conocimiento de los productos culturales estéticos producidos por nuestros coterráneos. Pero eso solo puede hacerse realidad cuando no solo desde la individualidad sino desde las instituciones nacionales y departamentales se propenda por el respeto a nuestras creaciones.












[1] MONROY, Leonardo Zuluaga Algunos ejes de discusión e indagación sobre la literatura regional. p.p 1.

[2] VARGAS, celemín libardo los estudios de la literatura regional ¿anacronismo o reto? revista aquelarre  p.p 86
[3] MONROY, Leonardo Zuluaga Algunos ejes de discusión e indagación sobre la literatura regional. p.p 3
[4] VARGAS, celemín libardo los estudios de la literatura regional ¿anacronismo o reto? revista aquelarre  p.p 88
[5] MONROY, Leonardo Zuluaga Algunos ejes de discusión e indagación sobre la literatura regional. p.p 6